Seudónimos

REGINA LAMO JIMENEZ / REGINA LAMO DE O'NEILL / REGINA DE LAMO XIMENEZ / NORA AVANTE

miércoles, 6 de octubre de 2010

Sobre Rosario de Acuña

Unas palabras de Regina de Lamo en memoria de su «excelsa ascendiente»
En una carta enviada hace unos días al diario Público, Lidia Falcón recordaba a su abuela Regina de Lamo y denunciaba que su figura -al igual que sucediera con Rosario de Acuña- «ha sido silenciada por la ideología fascista que ha imperado en nuestro país».
Tiene toda la razón. ¿Cómo puede ser posible que una mujer que «se dedicó, apasionadamente, al activismo sindical y cooperativista», a la lucha feminista -muy a pie de calle, al lado de las mujeres del pueblo, al estilo de Rosario de Acuña-, a la defensa de los más desfavorecidos y a la difusión de una nueva cultura que regenerara la vieja patria sea hoy tan desconocida para la inmensa mayoría de los españoles? ¿Cómo puede ser posible que apenas sea conocido por unos pocos que esta jiennense (Úbeda, 1870),
vinculada a la Federación Regional Catalana de la UGT, a la Unió de Rabassaires y a la Federación Regional de Cooperativas de Cataluña, tuvo una participación destacada en el I Congreso Nacional de Cooperativas, celebrado en Madrid en 1921; que por su iniciativa se creó el primer banco
obrero: el Banco de Crédito Popular y Cooperativo de Valencia; que, al lado de Lluís Comanys, participó activamente en la implantación dela Unión de Rabassaires; que desarrolló una amplia labor propagandística en el
semanario La Tierra, en el diario El Diluvio, en la revista Acción Cooperativista o en el periódico gijonés El Noroeste? ¿Quién se acuerda que en 1928 fue elegida vicepresidenta del Ateneo Socialista de Barcelona o que un año más tarde era la presidenta del grupo femenino de la Agrupación Socialista de Barcelona? 
¿Quién conoce su Introducción a Delirios de grandeza y lujuria de Zoilo Cuéllar Chaves (1920)?, ¿quién, su Breviario de autoeducación cooperativista (1923)? 
Algunos habrá que hayan oído hablar, leído quizás, el Prólogo de Las reivindicaciones femeninas de Santiago Valenti Camp (1927).
A qué seguir. Su figura y testimonio merecen un trabajo más exhaustivo que el que aquí podemos darle. Estoy seguro que, no tardando, llegará. Mientras eso ocurre, aquí tiene el lector interesado un escrito suyo. Se trata de la introducción a la edición que la valenciana Editorial Guerri realizó en 1938 de El padre Juan.



ASTURIAS             

Unas palabras


R O S A R I O D E A C U Ñ A Y V I L L A N U E V A 
( 1 8 5 0 - 1 9 2 3 )  
C O M E N T A R I O S   S O B R E   L A   V I D A  Y   O B R A   D E   E S T A   I L U S T R E   P R O P A G A N D I S T A


La reposición del drama EL PADRE JUAN, en este limitado escenario que es la revolución española (1933-1938), va signada con la voluntad inquebrantable de quien repone y esto escribe, hacia horizontes, si no imprevistos por los hombres que gobiernan la República, si soslayados, y hasta soterrados, pudiéramos decir, después de honda reflexión y análisis de los hechos que a diario nos abruman con su indiscutible elocuencia.


La cuestión clerical. He ahí el problema fundamental y base del movimiento subersivo, cuyas derivaciones no son otra cosa que coletazos, con que el muestro de las cien cabezas se defiende, atacando impíamente a los que en España intentaron desterrar «para siempre»  -pobrecillos- aquellas cien cabezas con sus correspondientes piojeras de hermanos, hermanas, padres, madres y cofrades de hábitos de varios colores, largos o cortos, según la misión encomendada a toda esa serie de vividores ultra terrenos.


Pues bien, ese problema, cuya solución fue incrustada en la España republicana durante medio siglo, merced a la pluma de aquellos dos colosos del librepensamiento que fueron -y son- Rosario de Acuña y José Nakens, está sin resolver, y lo que es más alarmante, por sintomático, va tomando el aspecto de algo que me recuerda el título de aquel libro que costó la vida a José Rizal (a Rizal la vida y a España el archipiélago filipino): "Noli me tangere".


Sí. No le toquéis. Es la consigna. Que si Euzkadi. Que si mano tendida. Que si pitos. Que si flautas... Total: con el artículo veintiséis de la Constitución de la República, dio el gran topetazo Alacalá Zamora, que por cierto no le impidió, ni le privó, como serenamente
pensando debió privárselo e impedírselo, aquella espantá -y perdóneseme el taurinismo de la frase- el acceso a la presidencia de la República, desde la cual - ¿y cómo no?-, se dedicó a pedirle bendiciones al Nuncio de S.S. y a trapichear con el clericalismo más
audaz y militarizado, que tan caro nos cuesta. Con las consecuencias de todo esto, dio el topetazo del 33 y del 36 la República.


Así, pues, ya que ellos, los grandes -únicos pudiéramos decir- Rosario de Acuña y José Nakens, dejaron la palestra llamados por la muerte, yo, que los evoco constantemente; yo que veo, lamentándolo, vacío el lugar que ellos llenaron con la luz de sus vidas y el calor inmortal de sus obras, me complazco una vez más en actualizarla a ella, a mi excelsa ascendiente, Rosario de Acuña, colocándola en el sitio que aún no mereció de los que debieron tenerla como índice de su actuación política y social: en el sitio que mereció,
merece y merecerá de cuantos amen y sientan la causa de la libertad humana, sincera y virilmente, sin miedos ni habilidades circunstanciales. Su sitio, mentor de la República laicodemocrática.


Ahí; y por eso va dedicada esta reposición a Asturias, porque en el limitado escenario de la Revolución española (1933-1938) -y volvemos al primer párrafo de este clavo que quiero remachar en las conciencias libres, de los pocos que tienen conciencia-, Asturias, la fuerte, la dura, la tenaz, la insumisa por antonomasia, es donde ella, Rosario de Acuña, ha podido ser adorada, comprendida y reverenciada.


Por aquellos riscos, en aquel acantilado que se mete en el mar desafiando sus furores, en aquel Cervigón, ungido por sus pasos de ploteraria voluntaria siempre encaminados al trabajo y a la solidaridad con cuantos sufrieron persecuciones y miserias, aún resuenan,
seguros de pisar tierras de libertad y de justicia. Allí quedó su cuerpo: sembrado fue por los mieros de aquella cuenca que de cada carbón extraído a la tierra hacen, por su fe en la victoria definitiva, tizón luminoso, fuego sagrado, que en llamarada de aurora roja ilumina, desde 1933, todos los caminos del proletariado del mundo.


Y nada más. De clavo pasado es esto de la cuestión clerical, como signo evidente de esta guerra que nos exalta el alma. La República española parece olvidarlo, o sin olvidarlo, lo relega a término de postergación. Hace mal. Plinio el Viejo escribió con clarividencia
notoria aquello de Latifundio perdere Italia. Yo temo acertar al escribir aquí: La tolerancia con el clericalismo, única y verdaderamente peligrosa quinta columna, perderá a la República.                                                                                                                                                                                        Regina de Lamo.                   Valencia, 1938 




                                                                PUBLICADO POR MACRINO FERNÁNDEZ RIERA en       HTTP://ROSARIODEACUNAYVILLANUEVA.BLOGSPOT.COM/




Contra las corridas de toros.



Publicado en  LA VANGUARDIA    Página 7.   Viernes 19 de noviembre de 1926


El domingo, a la once de la mañana, se celebrará, en el teatro Principal de Gracia, un mitin contra las corridas de toros.


Tomarán parte en el doña Luisa Boet, don Alberto Carsi, don Pedro Jiménez, doña Regina Lamo, Carmen Anel Samblancat, don Juan Tomás y don Antonio Vahíos.


Firman la convocatoria las entidades siguientes: 
Amistad La Pioca, 
Asociación de Periodistas de Barcelona, 
Ateneo Enciclopédico Popular,
Ateneo Humanidad, 
Club Ruy López,
Cruz Roja Española, 
Asamblea local de Barcelona;
Federación Ibérica Protectora de los animales y de las plantas, sección barcelonesa;
Internacional Socialista Obrera, sección española, agrupación de Barcelona; Juventud Vanguardia Mutual Instructiva, 
Liga Cervantista Española, 
Sociedad Caridad y Libertad, 
Sociedad Vegetariana Naturista de Cataluña, 
Unión Cristiana de Jóvenes de Barcelona, 
Unión Gremial, 
Unión de Juventudes de la Federación Espíritu Española,
Unión de Profesores Particulares del distrito universitario de Barcelona, Secciones de la Federación Ibérica Protectora de los Animales y las plantas, de Bilbao, Madrid, Palma de Mallorca, Sevilla y Zaragoza.

BIOGRAFÍA

REGINA LAMO JIMENEZ-REGINA LAMO DE O'NEILL-REGINA DE LAMO XIMÉNEZ-NORA AVANTE




Nacida en Ubeda, Jaén, hija de dos comprometidos liberales Anselmo de Lamo y Micaela Jimenez.
Profesora de música y canto, obtuvo en su juventud el Ier Premio de Piano en el Conservatorio de Música de Madrid. 
Seguramente allí conoció a Enrique O'Neill, viudo, quince años mayor que ella y padre de varios hijos, con quien se casó y tuvo a sus dos hijas, Carlota y Enriqueta.
Regina de Lamo no se conformó con ser una buena pianista y profesora de canto. Culta e inquieta, amplió su campo de acción a diversas luchas. 
Fue periodista, propagandista, feminista, anarquista, cooperativista, rapsoda. 
Escribió poesía, teatro, y miles de artículos y ensayos. 
Difundió con pasión el control de natalidad y el derecho al aborto, la eugenesia, la eutanasia, el amor libre.
Aparece continuamente en las crónicas sobre movimientos sociales en las décadas de los años 20 y 30. 
Como ponente en el Congreso Regional de Cooperativas de Catalunya en 1920. 
Como Delegada del Crédito Popular Cooperativo de Valencia en el Primer Congreso Nacional de Cooperativas de 1921.
Participante en la creación de sindicatos agrarios como L'Unió de Rabassaires i altres cultivadors del Camp de Catalunya (UR), en 1922. 
Junto a Lluís Companys, Aragay escribía en la revista La Terra
Como delegada en la OIT y en la SDN viajó a Ginebra con Clara Campoamor.
Fundadora del Primer Banco Obrero, en Valencia 1920. 
Fundadora de la Editorial Cooperativa Obrera
Cofundadora también de la Asociación de amigos de los animales y las plantas en España. Se mostró ardorosamente partidaria de la abolición de las corridas de toros y en la campaña para la utilización del peto en los caballos que participan en esos eventos. 
En aquella época los caballos de los picadores resultaban empitonados por los toros, y el desagradable espectáculo de la tortura animal se agravaba cuando en la misma plaza,
volvían a introducir los intestinos en el abdómen de los caballos, los cosían y seguían utilizándolos en el "arte" de picar.
Colaboró en las editorial marxista-feminista Nosotras, junto a Hildegart Rodriguez e Irene Falcón.
Prologó el libro Escrits politics de Federica Montseny. Y también Las reivindicaciones femeninas de Valentí Camp  en 1927. 
Se ocupó de publicar las últimas ediciones de las obras de Rosario de Acuña, compañera de su hermano Carlos de Lamo Ximenez. Y de quien fue buena amiga.
Durante la Guerra Civil colaboró en la Asistencia Infantil, en la evacuación de los niños del bando republicano. 
Y buscó por todos los medios a su hija Carlota 0'Neill tratando de liberarla de la prisión, así como a sus nietas perdidas, mientras cuidaba de la pequeña Lidia Falcón en Madrid.
Tras la derrota sobrevivió en Barcelona, al amparo de su hija Enriqueta O'Neill, escribiendo novelas románticas bajo el seudónimo de Nora Avante y dando clases de música, piano y canto. Entre sus alumnas se encontraba Estrellita Castro.
Falleció en Barcelona en


Publicaciones rescatadas:


El ensayo  ¿Cómo se mide la inteligencia infantil? Ed.Eiocos (1923),
Biografía: El Vals eterno de Juan Strauss.
Prólogo a Escrits Politics. De Federica Montseny. Ed. Luís Romero. Madrid, 1925.
Prólogo de Las reivindicaciones femeninas. De Santiago Valentí Camp.